Cuando me abres la puerta y nos abrazamos.
Ha llegado tu día y las dos lo esperábamos con gran ilusión.
Por delante las primeras horas en las que me dedico a tus invitadas. Tu madre, hermana o mejores amigas. Suena música ambiente y estamos parloteando relajadas.
A veces con nervios.
Nervios buenos.
Nervios que se traducen en ganas.
Ganas de que llegué ya tu hora.
Y ese momento llega.
Cuando vuelvas a levantarte de la silla, serás NOVIA.
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